sábado, 28 de julio de 2018

La gente de 4º evalúa el #ABP42 ("Dios nos coja confesaos")

Nos hemos llevado todo el curso dale que te pego al Aprendizaje Basado en Proyectos, tanto en lo relativo a contenidos de Historia como en los #Proyectazos, eso que ahora tiene el apelativo de "transdisciplinar" o, como preferimos por aquí, globales y competenciales hasta decir basta, conectados con la realidad y que ha permitido trascender los límites del aula y del Centro para incardinarse en el mundo que existe más allá.
Han cumplido funciones, asumido responsabilidades, afrontado dificultades y han desarrollado importantes capacidades que poca gente daba por sentadas.
El curso terminó, y en los días finales se les pidió que evaluaran el proceso usando un formulario anónimo de Google (muy mejorado gracias a Juan Diego Díaz, profesor en prácticas del MAES), en el que se incluían items que iban desde su percepción en cuanto a aspectos evolutivos relacionados con el desarrollo de las competencias hasta cuestiones intrínsecas al planteamiento didáctico llevado a cabo.

Estos son los resultados, con los comentarios que vienen al caso (o no).

Empezamos con el nivel de aprendizaje de los contenidos. No está mal.
Ahora viene la tanda de competencias.
Primero, la de comunicación lingüística (han tenido que leer, extraer información y escribir "un poquito" en numerosas modalidades, desde tuits o comentarios de Instagram hasta escritos a empresas, pasando por comentarios de texto, mapas, murales digitales. Ah, y un examen cooperativo, eso sí).

Después, la de razonamiento lógico y científico-matemático (ojo, desde Historia).
 

Seguimos con la competencia social y cívica, concretada en el trabajo por equipos. Da que pensar para el próximo curso. Hay que hacerlo mejor.
Y ya apuntan algunos aspectos a tener en cuenta, que se relaciona directamente con lo señalado más abajo con relación a su nivel de estudio:


La competencia de aprender a aprender, en términos de autonomía e iniciativa. Es como para tener un nivel de satisfacción más que aceptable.

Y por último, la competencia estrella, la digital. No podía ser de otra manera, pobre gente de 4º condenada a dar las clases en el Aula TIC y de una manera u otra casi siempre conectada (hasta día de hoy, que afortunadamente esto no acaba con el curso).
La siguiente cuestión tiene su lectura en profundidad, porque es un aspecto que se viene repitiendo en los últimos tres cursos, en los que se han aplicado metodologías activas "en solitario": según avanza el tiempo, se van dando cuenta de lo que puede dar de sí esta forma de trabajo que no repite el esquema explicación-actividades-examen, pero el peso inexorable del ritmo de las demás materias, sumado a la inapropiada gestión del tiempo que habitualmente hace el alumnado (procrastinación, que le llaman), hace que finalmente lleguen a la conclusión aparentemente inocente del "podría haber hecho más".


Las dos siguientes cuestiones también están relacionadas, al valorar tanto el uso del libro de texto (nuevo por fin este curso, que se entregó y se les orientó acerca de su uso), y el Aula Virtual, verdadero eje del desarrollo del curso:
En este sentido, llama la atención la utilidad del libro como fuente de consulta (una más de las ofrecidas) y el "no lo necesito para nada", que le va inmediatamente a la zaga, frente a la percepción mayoritaria y positiva del Aula Virtual. Bien es verdad que es un recurso frecuente en el Instituto y lo consideran dentro de la normalidad académica.

Para resumir, algunas opiniones globales sobre #ABP42:

Las correspondientes a la última cuestión, que se dejaba completamente abierta para que comentasen cualquier aspecto y en los términos que libremente eligieran, se queda en el ámbito de la privacidad, tomando nota de los #MuyMejorables a aplicar el próximo curso y manteniendo en el recuerdo aquellas que tocan directamente la emoción de quien escribe, que no deja de asombrarse de lo que es capaz la #gentede4º, cada cual con su nombre y cara, vestida de chándal, de chaqueta y corbata, con cosplay steampunk o chistera circense. Gracias es una palabra que se queda muy corta. Y ahora a seguir.


lunes, 23 de julio de 2018

#Proyectazo final... O no


El tercero de los Proyectazos previstos para este curso era un Musical, pero se ha convertido en mucho más: un pequeño terremoto en el IES Juan de Mairena que ha puesto en marcha a gente de todos los niveles educativos, y que ha cristalizado en algo que ha dejado atónitos a todo el mundo que lo ha presenciado.


Quien escribe esto solo puede hacerlo desde su experiencia, y se ha perdido mucho de lo que fueron los primeros ensayos, la redacción de los varios guiones, las partituras, el diseño de los personajes... Pero ha estado presente en muchos otros momentos y, aunque ya quisiera ser omnisciente, hay que resignarse a transmitir aquí lo que ha vivido. Y ha sido mucho y muy intenso.

Artistas por un tubo, después del ensayo general en el Instituto
 
Empecemos por el final: cuatro chavales vestidos con chalecos, con algo de maquillaje despidiéndose de su profe a las once de la noche de la manera más circense y artística, chistera en mano. Esa profe que también lucía chistera y leontina en el bolsillo del chaleco, y que había recibido todo de tipo de expresiones de afecto, de agradecimiento y de felicitación como quien recibe un regalo que no merece, pero que comparte el entusiasmo por lo realizado. El público que completó el aforo del Teatro Villa de Mairena el 18 de junio a través del crowfunding puesto en marcha para autofinanciar el proyecto y que no daba crédito a lo que veía: "El Gran Showman" puesto en escena con interpretación musical, canciones y prácticamente toda la parte técnica y organizativa en manos del alumnado, ese mismo en el que muchas veces no confiamos ni para hacer un recado dentro del Centro.
 No cabía ni un alfiler

Al igual que ocurrió con "Historia Viva", los equipos de trabajo se difuminaron en departamentos técnicos que se encargaron de todos los aspectos posibles, con responsabilidades muy superiores a las que suele tener la gente de su edad, desde adquirir todo tipo de elementos necesarios -pidiendo factura, que es una cosa extraña- hasta permanecer en el escenario cantando, bailando o interpretando las partituras en el rincón de los instrumentistas, alumnas y alumnos de ESO y de Bachillerato, pasando por atrezzo, tramoya, escenografía y el control de los subtítulos porque -un pequeño detalle sin importancia- las canciones fueron interpretadas en inglés, pero las letras habían sido traducidas y convertidas en presentación que eran proyectadas en un lateral del escenario con una precisión digna de la microcirugía por una alumna. Decoración minimalista, vestuario apañado de aquí y de allá, peluquería y maquillaje, y el imprescindible departamento de protocolo y animación, encargado de publicitar el evento antes de la fecha del estreno (gracias al Ayuntamiento de Mairena por ese regalo de 100 carteles para bañar de rojo los establecimientos y calles), recibir al público, vender camisetas, chapas, fotos, entregar los programas -realizados, como no podía ser de otra manera, por dos alumnos y una alumna de 4º-, acomodar a las personas asistentes, invitarlas a pasar por el photocall, hacer fotos dentro y fuera de la sala, grabar el espectáculo... Formar parte de algo común.
Staff, imprescindible para que todo saliera bien
Departamento de Protocolo y Animación, y más
La cola para entrar llegaba a la acera
El stand del merchandising

El programa de mano. Abajo se puede ver al elenco
No ha sido fácil, y si no que se lo digan a José Manuel Gil, profesor de Música, que se ha multiplicado para estar en los ensayos de los recreos, en el general del domingo anterior (sí, los Centros se abren en domingo y allí van puntuales las personas interesadas en que este proyecto o cualquier otro salga adelante), encargarse de enchufar mil y un cables, controlar la iluminación, dirigir la interpretación musical y hasta llevar a cabo los efectos especiales, que de todo hubo.  O a Germán Jiménez, profesor de Clásicas, cuya amplia experiencia teatral ha permitido que una peli de gran presupuesto se haya transformado en un Musical en directo con una trama entendible, que ha lidiado con el cansancio del alumnado, su desconocimiento de las técnicas de actuación o su movimiento constante en lugar del hieratismo propio del siglo XIX. Y de paso ha roto con algún que otro prejuicio y ha encendido un amor por la interpretación que ni nos atrevíamos a soñar. Profes de Lengua, de Inglés, de Dibujo (Mamen Candelas y la escenografía), las tutoras de los cuatro grupos de 4º, una de ellas -Esther Domínguez- coordinando a todas las criaturas que estaban entre bambalinas.

Germán Jiménez dirigiendo el ensayo general en el Teatro
José Manuel Gil dirigiendo al grupo instrumental
 
Debajo del brilli-brilli del espectáculo hay un importante proyecto educativo, en el que se han trabajado todas las competencias clave, las emociones, los valores, los contenidos (véase el tablón lleno de murales digitales que contextualizaban la obra) y quizá lo más importante: la conciencia clara de estar aportando algo para que todo saliera bien, que el trabajo común es más que la suma de los quehaceres individuales: la sinergia necesaria.

Murales digitales sobre la obra y su época

PS: ha sido todo un reto seleccionar las imágenes captadas por David López y Elena Madrigal para ilustrar este post, así que si pincháis sobre sus nombres tendréis el book completo desde sus respectivos puntos de vista. Para no perdérselo.

Como adelanto, un vídeo cortito que grabaron las cámaras de Canal Sur.

Y esto no queda aquí, porque resta hacer el catálogo del Proyecto con el Making-off y los pormenores, así como todo la documentación gráfica, para detallar el vídeo del espectáculo.

A la vuelta de vacaciones, a petición del público que no pudo asistir y el que sí, es muy probable que se repita la magia.